Gestionar las emociones como un desafío y no como una amenaza es el juego de un líder capaz de alentar a su equipo a revisar en lugar de reprimir. Siga la guía!
RESUMEN
Los líderes que utilizan la revisión en lugar de la supresión (represión) cuando circulan los resultados inesperados en su campo productivo, logran ayudar a sus dirigidos a manejar las respuestas de exasperación. Cuando el gerente se siente cargado de emociones fuertes y negativas en el trabajo, deberá pensar en el problema como un desafío, no como una amenaza, y de paso, alentar a su equipo a revisar en lugar de reprimir.
PRÁCTICA: Sport MANAGEMENT
FORMATO: TEXTO
IDIOMA: Español
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Juegue a ser más productivo como gerente. Ensaye a manejar su estrés y a controlar las emociones negativas
Es normal sentir emociones en el trabajo. Tal vez revés, enojo, recelo, entusiasmo. Pero el carácter con el que los líderes manejan esos sentimientos ayudará a crear una dinámica positiva tanto laboral como de motivación. No obstante que los gerentes desarrollan la habilidad de regular sus emociones, se presentan vacíos en este escenario de la gestión. Cuando se está molesto en el trabajo, puede que el guía se incline a suprimir sentimientos para evitar a su equipo o para expresar plenamente esas emociones.
Pero ninguno de los dos enfoques es ideal. En cambio, revaluar o revisar un estado emocional puede ser la estrategia más eficaz. Un gerente de campo del fútbol (entrenador) disgustado porque su equipo está caído en el descanso podría reflexionar que “el partido sólo se acaba cuando se acaba”; que éste es sólo una coyuntura de la temporada. Revaluar (volver a evaluar) le ayudará a calmarse. Logrará interpretar que el momento crítico que viven sus dirigidos en el camerino podrá revertirse con un estímulo para repensar el estado de ánimo que demandará la segunda parte del juego.
Los líderes que utilizan la revisión en lugar de la supresión (represión) cuando circulan los resultados inesperados en su campo productivo, logran ayudar a sus dirigidos a manejar las respuestas de exasperación. Cuando el gerente se siente cargado de emociones fuertes y negativas en el trabajo, deberá pensar en el problema como un desafío, no como una amenaza, y de paso alentar a su equipo a revisar en lugar de reprimir.
Tomemos este escenario.
Un equipo de fútbol se encuentra con un momento crítico del partido en los primeros 45 minutos. Va a bajo en el marcador por un gol. Segundos antes del descanso, uno de sus jugadores es derribado en el área de las 18 yardas o área de penalty. El árbitro señala el tiro penal. Una gran oportunidad para empatar el marcador. El elegido por el gerente de campo (entrenador) es el jugador líder. Ejecuta y falla. Su chute rebota en el poste hacia el cobrador. Con las manos en la cabeza y decepcionado, sale del campo rumbo al camerino.
Sus compañeros de equipo están molestos. El entrenador también. Ahora el trabajo del líder en el camerino será gestionar que los jugadores superen el impasse para volver al campo sintiéndose motivados. ¿Debería dominar su frustración, poner una sonrisa falsa, y no discutir el incidente? ¿O debería ser honesto y expresar sus sentimientos? ¿Cuál de estas cosas lo ayudará a alcanzar su objetivo?
Ninguna de las dos cosas.
Los líderes que regulan bien, hacen bien…+
La regulación emocional nos ofrece información acerca de la habilidad del entrenador para manejar sus agitaciones a la hora de gestionar la motivación del equipo. “De todas las facetas de la inteligencia emocional, la regulación puede ser la habilidad maestra”, explica Marc Brackett, director del Centro de Inteligencia Emocional de Yale y autor del libro Permiso para Sentir.
Pero la forma en que un líder maneja las emociones será siempre crítica. Deberá saber administrar los estados de ánimo de su equipo tanto en la victoria como en la derrota desde dos maneras de gestión de los entusiasmos: la supresión y la revaluación.
La supresión (represión) es lo que la mayoría de la gente hace: esconder sus sentimientos y fingir que no se sienten molestos. Si bien esta es una estrategia popular, en realidad conduce a una serie de resultados negativos: menos relaciones cercanas, más emociones negativas, menos apoyo social, menor satisfacción con la vida, peor memoria y presión arterial elevada.
Y en adición, la supresión de las emociones eleva la respuesta al estrés de otros. Si el entrenador esconde su ira, por ejemplo, es probable que la presión arterial de los miembros de su equipo aumente. Puede que no asimilen conscientemente que está enfadado porque no parece estarlo, pero el temperamento del grupo comunica el estado de ánimo: la alarma está a punto de saltar.
Dados los impactos negativos de la supresión, se podría pensar que expresar plenamente nuestras emociones puede ser una estrategia más efectiva. Sin embargo, hacerlo también podría tener consecuencias destructivas. Si el entrenador expresara plenamente la frustración que sentía en ese momento, probablemente habría destruido la confianza de sus jugadores. En lugar de inspirar conexión y motivación, probablemente dejaría a sus dirigidos sintiéndose temerosos y abatidos.
La revaluación de una situación emocional, puede ser la estrategia más efectiva en esta situación. El gerente de campo podría transmitir que “el partido sólo se acaba cuando se acaba”; que este momento es sólo una coayuntura. Si la derrota llega, habrá otras oportunidades para que el equipo repunte.
La revaluación le ayuda a calmarse. Podría percibir que los jugadores decepcionados en lugar de más abatimiento, necesitan estímulo. Podrá comenzar la charla técnica reconociendo la contrariedad de todos pero enfatizando en que el resultado de este primer tiempo dependerá de la determinación de los jugadores para dominar el desafío de la derrota parcial y dar vuelta el juego durante los próximos 45 minutos.
El efecto resultado
Recientemente realizamos un estudio con 15 entrenadores universitarios y sus atletas. Los que tendían a revaluar más a menudo experimentan menos emociones negativas en general que los instructores que tendían a suprimir sus emociones. Además, los que revisaban tenían un clima de equipo más positivo, caracterizado por la confianza, la comunicación y la motivación.
La investigación sobre el liderazgo respalda estos hallazgos. Enseña que la regulación de las emociones es una competencia clave que demuestran los líderes exitosos, no sólo los entrenadores deportivos. Esto está relacionado con el hecho de que uno de los puntos de referencia de un líder fuerte es la capacidad de gestionar e influir en los estados emocionales de aquellos con los que trabajan. Los líderes corresponden ser capaces de inspirar e infundir confianza en sus seguidores para ayudarles a mantener la motivación y hacer frente a las dificultades. Para ser eficaces en esta complicada tarea, comprometen ser capaces de regular sus propios sentimientos de manera efectiva.
Los beneficios de la revaluación están respaldados por interacciones entre líderes y seguidores. Los líderes que utilizan la revaluación en lugar de la supresión cuando dan malas noticias logran ayudar mejor a sus dirigidos (equipo) a controlar sus respuestas de ira. Los grupos de trabajo de los líderes que utilizan la supresión en este paradigma expresan más irritación y reportan actitudes negativas hacia sus gerentes.
Ejercite su músculo de revaluación
La revaluación puede parecer difícil de hacer en tiempos de crisis. Aquí hay una rápida técnica respaldada por la investigación que puede ayudarle a hacerlo: Piense en el problema como un desafío más que como una amenaza. La creciente evidencia indica que ayuda a las personas a concentrarse en la tarea que tienen entre manos y a considerar los pasos que deberán dar para avanzar al éxito. El marco de un desafío crea resistencia frente al estrés.
Por el contrario, la percepción de un problema como una amenaza se ha vinculado a la disminución del rendimiento y la motivación, así como al aumento de los niveles de estrés.
El juego de la respiración como estrategia motivacional
Los llevamos a otro escenario real y práctico.
Después de que el vehículo del U.S. Marine Corps en que viajaba el oficial Jake D. pasó por encima de un dispositivo explosivo en Afganistán, Jake miró hacia abajo y vio que tenía las piernas casi completamente cortadas debajo de la rodilla. En ese momento, recordó un ejercicio de respiración que había aprendido en un libro para jóvenes oficiales. Gracias a ese ejercicio, pudo mantener la calma el tiempo suficiente como para revisar a sus hombres, pedir ayuda y colocarse un torniquete en las piernas antes de caer inconsciente. Más tarde, le dijeron que, si no lo hubiera hecho, se habría desangrado hasta morir.
Si un simple ejercicio de respiración pudo ayudar a Jake bajo una presión tan extrema, imagine lo que podrían hacer técnicas similares para las personas que enfrentan el estrés cotidiano del lugar de trabajo
Cuando los propios niveles de estrés son altos, “una forma rápida de recuperar la calma para poder revaluarlos es a través de la respiración profunda. Enseñando a los ejecutivos a manejarse a través de algo tan fácil como la respiración, se podrá marcar una enorme diferencia en sus equipos”. La explicación es de Johann Berlin, director ejecutivo del Instituto TLEX.
En investigaciones recientes, exploramos varias técnicas sobrellevar estas situaciones y encontramos que un ejercicio de respiración era el más efectivo para reducir estrés tanto en el corto como en el largo plazo.
En un estudio, evaluamos la efectividad de tres tipos de intervenciones de bienestar para reducir el estrés que afecta el pensamiento racional de la productividad:
1. EJERCICIOS DE RESPIRACIÓN. En nuestros experimentos, medimos el impacto del programa SKY Breath Meditation, que es una serie de ejercicios de respiración y meditación diseñados para inducir sentimientos de calma y resiliencia.
2. REDUCCIÓN DE ESTRÉS BASADA EN LA PLENITUD DE CONCIENCIA. Una técnica de meditación en la que se entrena a sí mismo para ser consciente de los momentos estresantes sin emitir juicios.
3. FUNDAMENTOS DE INTELIGENCIA EMOCIONAL.Un programa que enseña técnicas para mejorar la conciencia y la regulación emocional.
Los participantes fueron asignados aleatoriamente a uno de los tres programas o a un grupo de control. Descubrimos que los participantes que practicaron la SKY Breath Meditation experimentaron los niveles más altos de salud mental, conexión social y emociones positivas.
Entonces, ¿qué hace que la respiración sea tan efectiva para reducir el estrés y las emociones? Piense en lo ineficaz que resulta cuando, a mitad de un momento estresante, un colega le dice que se calme. Cuando estamos en un estado de alto estrés, la parte de nuestro cerebro responsable del pensamiento racional queda afectada, de forma que las técnicas verbales basadas en lógica rara vez nos ayudarán a recuperar el control de las emociones. Sin embargo, con las técnicas de respiración es posible recuperar algo de control.
La investigación muestra que diferentes emociones están asociadas con otras formas de respirar, y que al modificar la condición en que respiramos podemos cambiar el cómo nos sentimos. Por ejemplo, cuando siente alegría, su respiración es regular, profunda y lenta. Si se siente ansioso o enojado, su respiración es irregular, rápida y superficial. Cuando sigue patrones de respiración asociados con diferentes emociones, realmente comienza a sentirlas.
Para tener una idea de cómo cambiar el ritmo de su respiración puede calmarlo, intente ajustar la proporción de sus inhalaciones y exhalaciones. Cuando inhala, su ritmo cardíaco se acelera. Cuando exhala, se ralentiza. Inhalar hasta la cuenta de cuatro y exhalar hasta la cuenta de ocho durante solo unos minutos puede comenzar a calmar su sistema nervioso. Recuerde: cuando se sienta agitado, alargue sus exhalaciones. Esta simple técnica puede ayudarlo a mantener un mayor bienestar – en el trabajo y más allá.
Así que como gerente y líder, ¿cómo podrá estar mejor preparado para situaciones de alto consumo cuando más necesita regularse? Practique estos consejos en situaciones de productividad. Ejercítelos diariamente. Estara preparado para cuando las cosas se pongan estresantes en su vida productiva y la de su equipo de trabajo.
ACERCA DE LOS AUTORES:
La Dra. Emma Seppälä es profesora de la Escuela de Administración de Yale y directora del Programa de Liderazgo Femenino de la Escuela de Administración de Yale. También es directora científica del Centro de Investigación y Educación sobre Compasión y Altruismo de la Universidad de Stanford y autora de The Happiness Track.
Christina Bradley es estudiante de doctorado en el departamento de Administración y Organizaciones de la Escuela de Negocios Ross de la Universidad de Michigan. Su investigación se centra en cómo hablar de las emociones en el trabajo.
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