El modelo de negocio Pachuca, edificado en seis estrategias organizacionales, produjo el nacimiento de uno de los arquetipos del fútbol empresa de América. La guía lo enseña. Siga!
RESUMEN
El Modelo de negocio Pachuca ha sido sujeto de estudio como caso de éxito y llevado a universidades de gran prestigio a nivel mundial como la Universidad de Harvard. Aunque los rendimientos deportivos en sus mercados han decaído en los recientes años, desarrollos empresariales como los de Grupo Pachuca, en México; Boca Juniors, en Argentina; Colo – Colo, en Chile, no dejan de ser espejo tanto para los buscadores de marca deporte como de los estudiantes de negocios y de otros acreditados centros académicos del mundo corporativo.¿Cuáles son los argumentos para que estos modelos de negocio se mantengan? La respuesta está en que supieron reinventar su negocio con creatividad, sin miramientos de los estigmas de origen (países emergentes) y con una Visión Estratégica de la cultura organizacional desde lo diferente y a partir de procesos de calidad autosustentables, planificados a largo plazo y sobre bases sociales. El caso de estudio que se dispone a leer es: el modelo latino Grupo Pachuca.
PRÁCTICA: Soccer business
FORMATO: TEXTO
IDIOMA: Español
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Así nace la empresa Pachuca
Hasta hace poco más de dos décadas, el equipo de Pachuca no existía en el mapa futbolístico mexicano.
Fue fundado en 1901 por un grupo de mineros ingleses. Tuvo una destacada trayectoria en la época del fútbol aficionado hasta que con el profesionalismo la mayoría de sus jugadores partió a Ciudad de México.
A partir de entonces, el elenco navegó por la intrascendencia, porque no podía competir con los grandes cuadros de la capital, de Monterrey o de Guadalajara.
El club tiene su sede en Pachuca de Soto, una pequeña ciudad del estado de Hidalgo.
Su afición (consumidores) también era pequeña y, a diferencia de otros equipos, no tenía – el respaldo económico o institucional de grandes empresas como Televisa, Modelo, Cervecería, TV Azteca, CEMEX, o de las grandes universidades del país.
Sin embargo, en 1999, casi un siglo después de su fundación, el Pachuca logró su primer campeonato de primera división. No sólo eso, a partir de ahí ganó cuatro títulos más y cinco copas internacionales, convirtiéndose en el cuadro mexicano más ganador de la década y superando a otros con mucho más presupuesto y afición.
¿Cómo lo hizo?
El gran viraje de este club se produjo en 1995, cuando el empresario Jesús Martínez compró al elenco en segunda división y creó el Grupo Pachuca. Ese mismo año logró ascender a primera división, pero perdió la categoría de inmediato.
Dicha experiencia enseñó al nuevo equipo gerencial que no podía seguir el camino de aquellos que no necesitan de resultados deportivos para poder operar (reciben recursos desde corporaciones o universidades, pase lo que pase) o de equipos menores, que apenas sobreviven sin pena ni gloria. Si querían alcanzar sus objetivos debían sobresalir mediante un modelo diferente. Edificar un proyecto autosustentable, de largo alcance y con bases sociales.
Y así lo hicieron. Hoy, Grupo Pachuca – la matriz donde se integran todas las unidades de negocio en torno al club – es un conglomerado que incluye la Universidad del Fútbol, una Clínica de Medicina Deportiva, una inmobiliaria, restaurantes, puntos de venta de artículos ligados con el equipo Tuzo (el apodo del club y de sus hinchas), un centro comercial y un centro de convenciones, entre otros proyectos. Todos son parte de una idea más ambiciosa: profesionalizar este deporte, convertir a Pachuca en la ciudad del fútbol de México y hacer del equipo una marca de clase mundial.
Pero, ¿cómo se puede convertir a un equipo de escasa popularidad en una máquina generadora de títulos y recursos capaz de transformar a toda una ciudad?
La respuesta del Grupo Pachuca fue la siguiente: orquestar un proyecto integral de mayor envergadura que un solo club de fútbol, mediante un esquema único y profundamente vinculado con el entorno social. ¿Algo más? Hacerlo en orden.
Es lo que llamamos el Modelo Tuzo, una forma de construir valor en torno al fútbol que despertó el interés de una industria multimillonaria y que llevó al Grupo Pachuca a transformarse de un plantel valorado en 100.000 dólares en 1995 a otro que factura cada año más de 100 millones, con utilidades que superan entre los 8 millones y 15 millones de dólares.
Las 6 estrategias que dieron origen al modelo de negocio
Luego de largas conversaciones con los fundadores sobre el actual modelo del Pachuca y de intensas visitas a sus instalaciones deportivas, educativas y comerciales, encontramos seis grandes razones del éxito del club. Se trata de una serie de capacidades organizacionales muy concretas que han permitido a sus ejecutivos crear valor y proyectar su crecimiento.
1. UNA MÍSTICA AMBICIOSA Y PODEROSA
“Cada vez que nos preguntan ‘¿qué es Pachuca?’, nosotros respondemos que es una forma de vida”. La voz es la de Andrés Fassi, uno de los fundadores y vicepresidente deportivo del Grupo Pachuca.
Muchas personas dicen esto para referirse a otras tantas cosas, pero en este caso particular resulta innegable la existencia de un estilo característico y un comportamiento especial de sus integrantes.
Para darle forma a este perfil, necesitaban crear una personalidad propia, que se expresara mediante un lenguaje, un código y metas altas por lograr. Así, la dirección dio vida a los ”11 valores institucionales” que rigen la mística tuza y que pasaron del mundo deportivo a permear todas las actividades del grupo.
Nada nuevo, salvo por un detalle: no son letra muerta.
Durante las frecuentes reuniones con entrenadores y otros miembros de su staff deportivo, Fassi no se cansa de repetir la importancia de estos valores fundamentales e invita a vivirlos de manera apasionada.
En términos prácticos, todo se resume en trabajar con pasión, disciplina, exigencia y autocrítica.
Los jugadores están conscientes de esto y para algunos es fundamental en el éxito deportivo. En su mayoría, tienen un sentido de pertenencia hacia la institución que no se ve en otros equipos.
“Pachuca es mucho más que un equipo de fútbol. Es una familia, una razón de vivir. Los que jugamos aquí nos sentimos dueños de todo. Siempre decimos que somos el único club que tiene su propio hotel. No sólo se trata del club de fútbol, de la universidad o del pabellón, sino de valores, familia y liderazgo”, explicaba en 2010 el entonces portero con más títulos Miguel Calero, Colombiano (1971 – 2012).
Pachuca es una institución que evita los escándalos. No se escucha hablar mal del árbitro ni del rival y muchos jugadores han expresado su intención de hacer carrera allí después de su retiro. Esa mística se refleja hasta en los más mínimos detalles, tanto en la conducta de sus deportistas, como en el funcionamiento de las instalaciones del grupo cuando reciben visitas de la prensa, posibles patrocinadores o turistas. Los altos ejecutivos suelen atender a los afuerinos para transmitir el espíritu a la vez acogedor y eficiente de la organización.
Jesús Martínez insiste en estos aspectos y los considera fundamentales para entender qué es el Club Pachuca. Y lo ejemplifica con la negociación del contrato para ser patrocinados por un banco.
“En un momento sentí que un alto ejecutivo del banco no había entendido que nosotros éramos muy diferentes. Tenía que traerlo a Pachuca para que viera todo esto. Luego de muchas gestiones, conseguí que nos diera una hora de su tiempo, y le puse helicóptero para que viniera desde la Ciudad de México. Llegó a las 11 de la mañana y después de dos horas de visita llamó a su asistente para cancelar sus citas restantes, se quedó a comer y se fue a las 7 de la noche”.
Gracias a este acuerdo, el banco creció de seis a más de 30 sucursales en la región.
Esto no es una minucia. La filosofía de trabajo del club ha hecho que la relación con los socios comerciales sea notoriamente distinta de la de otros equipos. Hoy uno de los gimnasios se llama Ricardo Salinas Pliego, en honor al dueño de TV Azteca, la casa televisiva que transmite sus partidos; y la cancha lleva el nombre de Ángel Lozada, fundador de la cadena de supermercados Gigante, uno de sus primeros auspiciadores. Y hasta el cuestionado expresidente de la FIFA, Joseph Blatter, tiene su pabellón.
2. MODELO INTEGRAL
La actividad del Grupo Pachuca está estructurada en torno a cuatro (4) pilares que agrupan por afinidad las distintas unidades de negocio.
Con la intención de generar un impacto positivo en los sectores marginados, la Fundación Pachuca se encarga de la construcción de aulas y canchas para niños de escasos recursos, apoyando a comunidades necesitadas del país y del extranjero mediante becas y capacitación académica.
En esta unidad, por ejemplo, se lanzó el proyecto de Escuelas Deportivas de Integración Social, en colaboración con la Secretaría de Educación Pública de México, y se coordina la participación en acciones sociales de los jugadores, cuerpo técnico y trabajadores.
Además del efecto social, ésta es una forma muy eficaz de construir afición desde las mismas bases sociales, porque la acción de la institución trasciende lo deportivo y llega directamente a la gente.
Así, no es difícil entender el impacto que ha tenido en la ciudad de Pachuca y el potencial que podría tener en otras regiones y zonas del país. Creemos que ésta es el área que confiere su especificidad al Modelo Tuzo y que a nuestro juicio le da la relevancia que tiene en México y en América Latina. Sin esta área, sería otro club de fútbol o deportivo más en el paisaje de este tipo de organizaciones.
B. Pilar deportivo
Necesariamente, la “afición social” debe corresponderse con una afición deportiva (consumidores de la marca deportiva).
En la primera se genera la cercanía emocional, mediante acciones de responsabilidad social.
En la segunda, se agrega el vínculo deportivo. La principal actividad de esta área es la operación del club de fútbol de primera división, pero también abarca los equipos en los circuitos de ascenso, juveniles y la red de escuelas infantiles. Tanto las actividades de detección de promesas (selección de nuevos jugadores), como la promoción y asesoramiento a escuelas de fútbol están en esta categoría.
Los triunfos deportivos son clave para generar una afición fiel y robusta que eleve los ingresos de la organización.
C. Pilar académico
El grupo ha desarrollado una preocupación por educar y formar sus propios talentos, tanto los que defenderán sus colores en la cancha, como los que darán las instrucciones en la banca y, por qué no, los que tomarán decisiones en sus oficinas.
Por ejemplo, en la Universidad del Fútbol se ofrecen programas de estudio de secundaria, preparatoria, licenciatura y maestría bajo un concepto de educación integral.
Asimismo, alberga la Escuela Nacional de Directores Técnicos (campus Hidalgo) y organiza congresos internacionales en torno al deporte y el fútbol. También incluye el ART (centro de Alto Rendimiento Tuzo), que es una residencia pagada para estudiantes de licenciatura y bachillerato con alimentación especializada, servicios de tutoría, psicología y medicina, gimnasio, sala de juegos y entretenimiento, transportación, estética y mini – supermercados.
También se preocupa de que todos sus jugadores menores tengan la educación más completa posible. Pues si bien sólo una élite de ellos llegará al primer equipo, al brindarles todos los elementos necesarios para una buena formación física y mental, se tiene un impacto positivo en la sociedad y por cierto que se forma a profesionales mejor preparados para la alta competencia.
El club además ha generado sus procesos de aprendizaje en aspectos que van desde la alimentación adecuada para los jugadores hasta los tipos de entrenamiento según los perfiles de las personas (en el ART se ha desarrollado un método de seguimiento a la preparación personal).
Esto permite que la institución acumule un depósito de antecedentes respecto de su propia forma de hacer las cosas, lo que conduce al establecimiento y registro de métodos, aunque todavía no están patentados. Es común el uso de métricas, metas de tiempo y resultados esperados para todos sus procesos, porque la mayoría de ellos están documentados y estandarizados.
Con esto se tiene la base para aplicar el aprendizaje continuo a todas sus operaciones, lo que se complementa con una política transversal que fomenta la incorporación de mejores prácticas.
D. Pilar comercial
El modelo se completa con esta área, que es la que termina de alinear a las demás. Agrupa las diversas operaciones empresariales que permiten generar ingresos al Grupo Pachuca.
Estas operaciones tienen, además, la intención de expandir la imagen y marca del club, bajo las denominaciones Pachuca y Tuzo. En este pilar convergen tanto los ingresos tradicionales de una institución de fútbol (taquilla, patrocinios, venta de artículos Puma, derechos de transmisión, nuevos medios y transferencias de jugadores), como los provenientes de otros giros en los que el grupo mantiene inversiones (hotelería, centro de convenciones, restaurantes, centros comerciales, clínica de medicina deportiva, centro de contacto telefónico, así como revistas y programas de televisión).
La forma en que funden estas cuatro áreas es lo que le da solidez al modelo y al proyecto en su conjunto. Es tan importante la correcta integración de estos pilares que cada área siempre ha estado a cargo de alguno de los ejecutivos fundadores del grupo que tomó el control del equipo en 1995.
3.0 ASUMIRSE COMO UNA EMPRESA ABIERTA A LA DIVERSIFICACIÓN
Es un hecho que el fútbol es el principal producto deporte en el mundo. Com esta perspectiva de industria global ingresaron los inversionistas que compraron un alicaído club en 1995.
Pero a diferencia de otros equipos grandes, la existencia del Pachuca depende de sí mismo.
Hasta hoy, los clubes de primera división en México presentan diferentes esquemas de propiedad. Algunos pertenecen a empresas de televisión (Televisa y TV Azteca), otros están ligados con consorcios empresariales (como Grupo Modelo, Cemex y Femsa) o universitarios (como la Universidad Nacional Autónoma de México o la Universidad Autónoma de Nuevo León), mientras unos pocos han conseguido sobrevivir como entidades independientes bajo la figura de una sociedad anónima.
Desde el principio, Grupo Pachuca se constituyó bajo la premisa de operar como una empresa, buscando rentabilidad y crecimiento. Para hacerlo, trabajó en dos líneas de acción: incrementar la presencia del club y su marca, y diversificar las fuentes de ingreso.
Aunque no se trata del elenco con la mayor cantidad de hinchas – no ha logrado que la gente se cambie de plantel -, se ha convertido en el segundo equipo después de los más populares. Esta estrategia de posicionamiento le ha dado muchos seguidores, lo cual atrajo a los patrocinadores (es el segundo equipo que tiene más ingresos por esta vía en el fútbol mexicano). El éxito deportivo apuntaló un aumento en el número de consumidores, y además permitió obtener mayores ingresos por derechos de transmisión de partidos en liguillas o competencias internacionales.
La supervivencia del club a largo plazo dependía en una primera instancia de su viabilidad económica, por lo que la gestión de negocios se convirtió en el eje fundamental. Con el tiempo, las unidades diferentes del negocio principal (el equipo de fútbol) se desarrollaron de forma gradual, financiadas por la generación propia de recursos. Cada vez comenzaron a ser más importantes no sólo por aportar ingresos, sino por ayudar al crecimiento de la afición.
Finalmente, el criterio fundamental para emprender nuevas iniciativas evolucionó: primero fue aprovechar oportunidades que pudieran cobijarse bajo el paraguas Tuzo, y después se añadió el criterio de rentabilidad sobre la inversión.
El constante énfasis en la profesionalización del fútbol tuvo un impacto directo en la rentabilidad.
En la medida en que las diversas funciones se ejecutaron de manera más profesional, los recursos comenzaron a administrarse con mayor eficiencia, lo que derivó en la disminución de costos y en una mejora en la imagen del club, lo cual atrajo a más auspiciadores. La apuesta es que con el tiempo esto tenga un impacto más amplio en la afición y que poco a poco comience a ser el equipo preferido de los niños y las mujeres.
4.0 GANAR EN LA CANCHA PARA VENDER EN EL MERCADO
Para 2018 las vitrinas del club suman 6 copas de la liga mexicana y cinco de la Liga de Campeones de la Concacaf. En 2006 conquistó la Copa Sudamericana, siendo el único equipo del mundo en ganar un torneo oficial avalado por la FIFA fuera de su confederación. Es la marca con más escuelas de fútbol en México. Y el primer club mexicano en haber participado cuatro veces en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA. En 2017 obtuvo el tercer lugar de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA, igualando la mejor actuación de un equipo perteneciente a la Concacaf después de Necaxa, Monterrey y Deportivo Saprissa de Costa Rica.
En la mayoría de los casos suele interpretarse que gran parte de estos resultados se deben al trabajo deportivo y técnico. Sin embargo, en la institución Tuza existe un importante componente adicional: el trabajo profesional directivo, liderado por Jesús Martínez, director general de Grupo Pachuca.
Empujados por Martínez, un gran y permanente vendedor del club, prácticamente toda la organización se involucra en dichos logros, permeando una cultura de valores y enfoque en resultados que llega a todos los rincones del Grupo.
Finalmente, el éxito deportivo del equipo trajo consigo una revalorización de la marca entre los patrocinadores. En 1996, luego del primer ascenso a primera división, el equipo tenía el menor contrato por derechos de transmisión de todos los cuadros de la primera división. Para 2008, el Club Pachuca competía con Cruz Azul por el acuerdo más cuantioso de la televisora TV Azteca y superar a todos los demás equipos en el número de patrocinadores que se anunciaban en su uniforme. Ese mismo año, la mezcla de ingresos se había consolidado, siendo la principal unidad de negocios la PROMOTORA DEL CLUB PACHUCA, con 58,3 por ciento. Le seguían restaurantes (22,4 por ciento), Centro Universitario del Fútbol (10,7 por ciento), el centro de convenciones Tuzo Fórum (3,2 por ciento), la tienda de merchandising Tuzo manía (2,5 por ciento), Inmobiliarias (1,4 por ciento), el mall Tuzo Plaza (1,2 por ciento) y Clínica de Medicina Deportiva (0,3 por ciento).
5.0 REPENSAR PARA AHORRAR
Pachuca juega como local en el Estadio Hidalgo, con capacidad para 22.079 aficionados.
No sólo es un recinto deportivo, sino el reflejo de una cuidadosa preocupación por invertir pensando en el futuro. Dispone de una sala para conferencias de prensa con equipos de proyección y repetición instantánea e internet, así como la salida digital de audio y video para periodistas. En el palco de prensa, los reporteros disponen de pantallas de plasma y circuito cerrado de televisión, además de cubículos para redacción y transmisión de sus notas. Como norma de seguridad, el estadio tiene un moderno sistema de vigilancia mediante cámaras digitales, las cuales permiten supervisar al público durante los partidos.
Además de los palcos de la directiva y del equipo visitante, existe un sector VIP operado por uno de los restaurantes del grupo.
Toda esta infraestructura podrá parecer un enorme costo, pero en realidad es una inversión en una imagen de excelencia que potencia la marca Pachuca y que hace de sus instalaciones un lugar atractivo para tener presencia comercial.
Lo mismo pasa con los camerinos del estadio: un gran semicírculo en el que cada jugador tiene su lugar, decorado con fotos iluminadas y frente al cual existe una gran pantalla de plasma para proyectar videos motivacionales antes de cada cotejo. Estas instalaciones tienen tinas de hidromasaje y hielo, enfermería, equipo de rayos X, así como una capilla en la que un sacerdote – cariñosamente llamado Tuzo padre – celebra misa antes de cada encuentro.
La forma en que el Pachuca ha creado valor para sus accionistas ha sido distinta. A diferencia de otros clubes de fútbol cuya estrategia es principalmente comprar jugadores y luego venderlos, ha tenido la disciplina financiera de invertir siempre sus superávits en activos fijos. Es el caso de las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento Tuzo (ART).
Algo parecido ocurrió con el centro comercial Tuzo Plaza, el que se revalorizó por una gestión eficiente y luego fue vendido. Las ganancias obtenidas fueron reinvertidas en el club. Toda esta inversión inicial genera ahorros posteriores y eficiencias de diverso tipo. El mismo ART, aunque implicó un fuerte desembolso en la construcción y el proyecto integral, por ejemplo, permite la formación no sólo de las generaciones de jugadores en camino sino de las que vendrán.
En el nivel de desarrollo de divisiones inferiores cuenta con una cantidad de jugadores suficiente para todos los equipos que compiten en los torneos actuales y dos torneos más. Dicho de otra forma, en los próximos dos años no es necesario gastar demasiado en la conformación de los planteles, porque la institución ya ha invertido en la producción de talentos jóvenes aptos para estar en el equipo.
6.0 DESARROLLO DE TALENTO
A partir de una cultura fuerte Gabriel Caballero, emblemática figura del equipo y el único que ha participado en todos los títulos obtenidos, manifiesta tres razones que a su juicio explican el éxito del Pachuca.
Primera, el club ha mantenido una base permanente de jugadores.
Segunda, de manera continua la directiva transmite profundas ganas de triunfar.
Tercera, todos los futbolistas del club están contentos, no sólo como profesionales, sino de manera integral y familiar. Se busca transformar a cada persona ligada con el proyecto en el mejor promotor de sus valores sociales y comerciales. Después de todo, la mayor parte de los empleados ha ido creciendo con la empresa. Muchos han aprendido su oficio ahí y sus actuales responsabilidades son el resultado de las necesidades emergentes, así como de un profundo sentido de compromiso y pertenencia.
La visión detrás de esto es ir creando cuadros de reemplazo, para lo cual es necesario hacer crecer a cada funcionario en la organización más allá de su labor inmediata. La cultura del club es tan fuerte que transforma positivamente a la mayoría de los empleados. Incluso a los jugadores que enfrentan un mal momento futbolístico. Para algunos, el Pachuca es el mejor lugar para corregir una carrera deportiva en problemas. Y esa cultura es impulsada desde lo más alto de la jerarquía del club.
Contrario a la tradición, el presidente del club se mantiene muy cercano al equipo. Antes de cada partido baja a los vestidores para platicar con la escuadra y los entrenadores, y en más de una ocasión ha accedido a apadrinar hijos de jugadores.
Jesús Martínez asiste a todos los cotejos en casa y con frecuencia viaja para ver los partidos de visitante. Cuando se pasea por las instalaciones, puede referirse a cada empleado por su nombre. En cada recorrido, por ejemplo, el PACHUS – la mascota oficial del club – acompaña a los visitantes mostrando las instalaciones, refiriéndose a ellas como NUESTRO ESTADIO, NUESTRO HOTEL, y aderezando el relato con anecdotas e información técnica e institucional.
Bajo el disfraz no se esconde un actor, sino Héctor, un profesional del área de marketing que asumió la tarea sin que nadie se lo exigiera. Este compromiso no sólo se reflejó en mejores actuaciones deportivas, sino en una baja rotación de personal en todo el holding.
El negocio del fútbol promete no detenerse y, por el contrario, amenaza con ganar cada vez nuevos terrenos. Las ligas femeninas y el crecimiento de la afición en las economías emergentes de Asia son una buena señal. PACHUCA parece estar preparándose para este desafío. Sin descuidar la misión de consolidar sus consumidores en México.
Mientras, trabaja en nuevas funcionalidades para el canal de internet TUZOTV – a través de la construcción de un moderno estudio televisivo – y de nuevas tiendas TUZOMANÍA en otras ciudades y la promoción de Pachuca como un destino para convenciones empresariales.
Otros proyectos más ambiciosos se refieren a la búsqueda de fuentes alternativas de financiamiento e institucionalización. Así, se menciona la emisión de acciones en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) o asociarse con empresas internacionales en el ramo del entretenimiento y los deportes.
En ninguna de estas opciones se consideraba la dilución del control del grupo. A pesar de la extensa lista de iniciativas, los directivos coinciden en que el mayor reto es la institucionalización del grupo.
Por ello, es frecuente escuchar inquietudes respecto de la dificultad de mantener el mismo ritmo de evolución y emprendimiento, la posibilidad de incorporar a ejecutivos que comparta el sueño y la pasión, el desarrollo y especialización de personas “con la camiseta puesta del Pachuca”, la profesionalización del fútbol dentro y fuera de Pachuca, o que la institución dependa menos de la energía y ejecución de los fundadores.
Con estos procesos de reinvento de la gestión, el Grupo Pachuca se ha convertido en un estándar y un ejemplo a seguir en la industria latinoamericana del fútbol y, por qué no decirlo, del entretenimiento.
Este club está a años luz de la mayoría de los equipos latinoamericanos que deambulan entre el olvido y chispazos de gloria, y por lo mismo ofrece una oportunidad de reflexión para compañías de cualquier industria. Porque si bien mucho de lo que hace diferente a Pachuca está ligado con la administración de un negocio deportivo, el verdadero ADN de su éxito se encuentra en la organización de los recursos y la visión de sus fundadores.
El visionario que repensó el modelo Pachuca
1995: Con la adquisición del Club Pachuca se empieza a formar el Grupo Pachuca
1995: Con su labor social iniciada en este año, se han inaugurado 380 escuelas de fútbol en todo México y el extranjero con más de 80 mil niños inscritos
2001: Crea el proyecto de la Universidad del Futbol, única en Latinoamérica
2011: Materializa el Salón de la Fama del Fútbol y Mundo Fútbol, únicos en el mundo
2016: Forma el CEMA, Centro de Excelencia Médica en Altura, certificado por FIFA como OFFICIAL MEDICAL CENTRE
Empresario innovador, comprometido con México y con la creación de fuentes de empleo a través del fútbol y de unidades de negocio, ha sabido darle un giro al producto en México creando el Modelo Pachuca, que se rige a través de cinco pilares: social, deportivo, académico, cultural y comercial.
El Modelo Pachuca ha sido sujeto de estudio como caso de éxito por el IPADE y llevado a universidades de gran prestigio a nivel mundial como la Universidad de Harvard. La expansión del Grupo en su modelo, cuenta con los equipos Pachuca, León, Mineros de Zacatecas y Talleres de Córdoba en Argentina.
AUTORES DE LA INVESTIGACIÓN
☞ Francisco Arenas Ballester es profesor del área de Dirección de Operaciones
☞Julián Sánchez García es profesor del área de Control e Información Directiva en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE BUSINESS SCHOOL)
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