La dinámica productiva del trabajo en equipo adquiere especial relevancia al analizar los resultados en diversos contextos, incluyendo el ámbito deportivo. Bajo la gestión de líderes efectivos, la productividad colectiva se convierte en el foco principal, relativizando la prominencia del rendimiento individual.
El trabajo en equipo potencia la resolución de problemas, la innovación y la ejecución estratégica gracias a la diversidad de habilidades.
La dinámica productiva del trabajo en equipo adquiere especial relevancia al analizar los resultados en diversos contextos, incluyendo el ámbito deportivo. Bajo la gestión de líderes efectivos, la productividad colectiva se convierte en el foco principal, relativizando la prominencia del rendimiento individual. No obstante, una paradoja persiste: la mayoría de los enfoques de gestión, tanto en la empresa tradicional como en entornos atípicos como el deporte, continúan priorizando la individualidad. Si bien el desarrollo individual es una competencia gerencial esencial, la plena contribución de los empleados al poder colectivo depende del apoyo y la guía que sus gerentes les ofrezcan como unidad.
Un enfoque basado en equipos
Los líderes pueden cerrar esta brecha adoptando la práctica del entrenamiento de equipos, que cambia el enfoque del rendimiento individual al impacto colectivo.
En este entorno, el papel de un líder es apoyar al equipo como una unidad orgánica, brindando apoyo y orientación, estableciendo rutinas y prácticas y creando oportunidades constantes de aprendizaje grupal.
Planteo estas tres herramientas y técnicas importantes para fomentar el aprendizaje acelerado y la obtención de resultados exitosos en la formación de equipos.
Entrenamiento basado en problemas
Hay un instinto natural entre los líderes de equipo para intervenir y hacerse cargo cuando surgen problemas y desafíos. Pero en un entorno de entrenamiento en equipo, los líderes tratan los problemas y desafíos como oportunidades de aprendizaje y crecimiento en el mundo real que todos los miembros del grupo pueden y deben aprovechar.
Un lugar que emplea este enfoque de manera efectiva es el programa de capacitación en medicina interna Osler de la Universidad Johns Hopkins. Desde el primer día, se espera que los médicos de primer año «se apropien de la experiencia del paciente» mientras realizan sus rondas, con los médicos más experimentados del equipo sirviendo de guías y entrenadores.
Aunque este enfoque requiere dedicar un poco más de tiempo y energía por adelantado que dejar que el médico principal intervenga para resolver problemas, los beneficios a largo plazo (aprendizaje acelerado, mayor confianza, espíritu de equipo, una inversión colectiva en el trabajo) son considerables.
Entrenador, no lo digas
Una segunda técnica de liderazgo relacionada con el método socrático de enseñanza consiste en que los líderes de equipo hagan preguntas, no den respuestas, para invitar y dar forma a la forma en que los miembros del equipo entienden las situaciones y resuelven los problemas. Se necesita moderación y práctica para aprender a formular preguntas que generen ideas y cambien el pensamiento, pero cuando los líderes dominan esta habilidad, puede convertirse en una poderosa técnica de gestión.
Cuando los miembros del equipo responden a estas preguntas, los líderes suelen obtener información inmediata y valiosa sobre la comprensión del trabajo por parte de sus equipos y las áreas que podrían requerir apoyo adicional.
Tratar los éxitos y los fracasos como oportunidades para aprender
Este enfoque transforma la dinámica de trabajo..
Cuando los miembros del equipo entienden que tanto los éxitos como los fracasos se consideran oportunidades para aprender en un entorno en el que no hay culpas, están más dispuestos a explorar los límites de lo posible, cuestionar las suposiciones y admitir cuando las cosas han salido mal, lo que hace que sea más fácil aprender y superar los errores.
Los equipos de hoy en día deben aprender a entregar resultados en ciclos más cortos con menos recursos. Necesitan líderes que puedan ayudarles a aprender colectivamente de sus éxitos y fracasos, optimizar su rendimiento y adaptarse rápidamente a las demandas cambiantes».
Autores de esta práctica:
☞ Sanyin Siang, director ejecutivo del Centro de Liderazgo y Ética Coach K, en la Escuela de Negocios Fuqua de la Universidad de Duke.
☞ Michael Canning, ex director ejecutivo de Duke Corporate Education.
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