Como Jesse Owens, Lamine Yamal y Nico Willians están demostrando que el valor y las capacidades deportivas nada tienen que ver con las “razas”, y que el racismo no es más que un comportamiento ideológico preconcebido que califica y discrimina.
Gareth Southgate es el entrenador de Inglaterra. El único líder posterior al Brexit que logra al unísono la conexión de toda una nación con su selección de fútbol.