El patrocinio era el asunto de de discusión de un grupo de amigos académicos y estudiantes de marketing de Wharton, tras el escándalo que acusaba a la estrella del golf, Tiger Woods. ¿Qué iba a pasar con las marcas?
Lance Armstrong, de marca deportista exitosa a su extinción, puso a los patrocinadores a medir con lupa el apoyo a cualquiera sector de la industria del deporte. Y a los consejeros de marketing a repensar el lenguaje de la protección.