Por qué desvaneció la propuesta empresarial.
Un proyecto millonario que no acaba de morir.
Por qué “salvar el fútbol” con la Superliga.
RESUMEN
Reacciones inesperadas de la cadena de producción tradicional chocaron contra los intereses de los llamados turbo capitalistas de la industria de fútbol.
Pero el envión de la malograda batalla por el futuro del modelo propuesto no ha terminado.
El proyecto de los empresarios de crear una Superliga no se extingue dada las bondades de su portafolio de negocio: una competición cerrada para clubes millonarios que atesoraría la mayor parte de los miles de millones en derechos de imagen e inversiones de patrocinio que produce la línea de deporte de mayor consumo global.
El temor se propagó con la inocultable advertencia que sería el fin de un holding como la UEFA que administra los intereses de Europa y de la propia multinacional FIFA, temerosa de perder el control absoluto del producto fútbol.